Este programa metodológico surge ante la necesidad de aportar garantías fiables frente a las exigencias de los supermercados internacionales y de los consumidores de productos hortofrutícolas a través de un proceso de certificación avalado en exclusiva por SGS, alcanzando así el etiquetado de producto sostenible, el cual se puede utilizar en toda la producción que se encuentra dentro del alcance del sistema.
La implementación de este programa avala los esfuerzos en materia de lucha contra el cambio climático, reducción de la Huella de Carbono, la eficiencia en la gestión del agua mediante, por ejemplo, la digitalización de los procesos de riego, así como el estudio de la biodiversidad y la fauna útil para la reducción en el uso de productos fitosanitarios.
El programa plantea así una metodología de seguimiento que convierte a BioDiversity Grow en un referencial único en la industria por su constante medición y el análisis de datos para la posterior mejora continua del sistema.
Ya son diferentes viñedos los que se han visto atraídos por la necesidad de elaborar un plan estratégico con pautas concretas y tangibles que sirvan para aunar esfuerzos y mejorar, no solo calidad, si no también la sostenibilidad del producto que trabajan.
Las bodegas que logran implantar el sistema y obtener el sello BioDiversity Grow se posicionan como proveedores clave en las potenciales decisiones de inversores, clientes y consumidores finales.
Del mismo modo, BioDiversity Grow es un aspecto clave de enorme valor en los Informes ESG que las organizaciones que cumplan con los requisitos de la Ley 11/2018 deberán de publicar tras el cierre del ejercicio fiscal.